Travesía

Soy la flor que recién se abre a la primavera, quisiera poder decirle al tiempo que se detuviera. Nada es mío, la vida se me escapa entre las manos. Eres fuego y quemas más por las mañanas. Te miro y me fusiono contigo, volamos juntos entre el sueño de la juventud y los años que nunca pasan. Me encantaría que te quedaras de la forma en la que nuestras energías se conectaron por primera vez, pero es precioso verte volar y quererte en la libertad de ser. Todo se transforma. El olor de tu perfume me recordará la bella sensación de tenerte cerca y sé que la recordaré a cualquier lugar a donde vaya sin importar el tiempo o la realidad que habite. En esa singularidad, he abierto mis sentimientos a pesar de lo mucho que me aterra convertirnos en recuerdos. Pero todo se esfuma en la creación. Por ello te vuelvo inmortal en mis palabras y en la energía que compartimos, aún más allá de la naturaleza de la vida. Si mañana terminase mi paso por este mundo, he de asegurarme de tocar cada poro de tu piel con la dulzura, el cariño y la energía que penetra las barreras de nuestra caótica realidad. Eres verano, eres invierno y la dulce melodía que toca el viento cuando te espero paciente rompiendo el silencio, abrazándote fuerte contra mi pecho.

Te encuentro trasnochando en mis sueños, siempre regresas a ellos cuando más te extraño, cuando más te quiero. Atrapo estrellas entre el tesoro y la belleza que moldea tu rostro. Ahí estamos otra vez tú y yo, perdidos en el brillo de nuestros ojos, en el mismo cuarto, bajo la misma luz y a la espera de volvernos a encontrar...

-Nina Andrade

https://www.youtube.com/watch?v=q0_qUp5ghyM

-Algún lugar en el mundo-