Musa
- Daniela Alejandrina Pérez
- 12 feb 2023
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 26 jun 2024
Le escribo al olvido y a la temporalidad de mis instintos.
Somos cazadores de experiencias que enriquecen el alma,
mientras mi espíritu se funde en mi propio misterio.
De la vida se sabe poco y del amor somos prófugos al amanecer.
Soy ese crepúsculo desolador que brinda en nombre de la ausencia de rima y de prosa.
La piel se funde con la discordia de indiferencias absolutas y encuentra su consuelo en un rostro nuevo y pasajero, lejano y destinado a perecer.
La energía nos funde en un mismo ser que recrea las imágenes de aquellos seres a quienes realmente amamos.
Pero vivimos en una historia que nos consume por voz y por sed.
Una musa perdida en el infinito, su silueta simula una guitarra.
Una musa de piel de jade y sueños de porcelana.
No queda más que volver a florecer.
Entre nuevas historias llenas de encanto y vigor, resuena tu nombre en cada espacio donde estoy.
Su piel es un delirio y sus ojos cubren de colores al sol.
Desde un mundo lejano, complejo y distinto, una sonrisa me cobijó aquella noche y dejó que la luna pintara un cronómetro a este corazón.
Umbral de mis vicios y pena de mi corazón delator.
-Nina Andrade

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