Oxímoron
- Daniela Alejandrina Pérez
- 16 oct 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 26 jun 2024
Un día desprendí las alas del suelo.
Cuando la niebla de la noche nos cobijaba en su misterio.
Un día agradecí aquel encuentro,
tocando la superficie de tu solsticio con la punta de mis dedos.
Existe un largo camino entre tus miedos y mis deseos.
Te he seguido más allá de nuestro tiempo.
He creado mareas en el fuego.
Extrañando cada línea que dibuja tu rostro.
Soñarte es el mejor placebo para brindarle placer a la nostalgia.
Acariciando tu cuello con mis labios,
desgarrando el laberinto interno de nuestro pasado.
Aquel lugar donde no existes y a la vez eres parte de todo.
Quédate donde mis ojos puedan recordarte y mis manos puedan plasmarte
en aquello que unos cuantos llaman eternidad.
Soy tu espejo y mi amor se expande en tu reflejo,
donde he quedado presa de mis propias ilusiones.
Te veo, la realidad y el espectador son objetos aislados dispuestos a encontrarse.
Recreando nuestra memoria una y otra vez sin poder olvidarte.
Y si el mundo termina, en mis versos te haz de quedar,
en cada paso donde vivimos del amor y no de los recuerdos,
en cada canción que en otras dimensiones nos vuelve a juntar.
El amor parece una completa locura diseñada para aquellos que se disfrazan de seres fuertes.
Cada suspiro me ha llevado de la mano contigo.
Luchando contra el reloj, donde los años pasan y te veo una vez más
abrazándote contra mi cuerpo por la mañana,
besándote suavemente al despertar,
mirándote con los ojos de aquel que ve caer el cielo repleto de estrellas, galaxias y planetas,
mismos que se asemejan a tu piel.
Observando tu rostro mientras dormías,
guardando el olor de tus cabellos,
esperando nuevamente renacer.
Tus frases, tus gestos y tus llegadas impredecibles,
tu vulnerabilidad, tu mundo y el brillo en mis ojos que jamás se apaga.
Sin cambiarle nada al pasado, te espero, sabiendo que el camino siempre me lleva hacia ti.
Tu voz trae consigo la tranquilidad en un mundo tan desorientado.
Cada proceso es un regalo.
Dichosas las noches en vela escribiéndote uno más de mis versos,
despertando del sueño efímero de nuestra estadía por acá,
mira que eres real y soy real cuando te pienso..
-Nina Andrade
"En la oscuridad todo es más claro".
Oxímoron: "El recurso a esta figura retórica es muy frecuente en poesía mística, amorosa y en análisis funcionales, por considerarse que la experiencia de Dios o del amor trasciende todas las antinomias mundanas." (RAE, 2020)

Fotografía: The Awakening, Autumn Skye.
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