Delirio
- Daniela Alejandrina Pérez
- 12 ago 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 26 jun 2024
Desconsuelo transeúnte recorre mi ser mientras descifro aquel rostro inerte en la tormenta.
Aquí es donde reside el encanto de mis recuerdos y la cordura de mis emociones dentro de esta caja de cristal que golpea mi pecho para recordarme que aun respiro.
Bailando entre la locura perpetua de mis sentidos y mis palabras.
No existe magia en otros cuerpos, vagando por ahí en la inmensidad de mis aires de soledad solapados por ilusiones fugaces e individuos con disfraces.
Lidiar con esta ausencia se convirtió en un arte trágico, hombre de mirada placida que regresas como recordatorio y una ves mas mi existencia se convierte en otro número en la lista.
Ahí donde mi alma encuentra refugio de esta realidad y la nostalgia de aquella euforia de esas manos recorriendo mi cuerpo en la oscuridad. Cuando el tacto era real, aprendimos a convertir esos momentos en suspiros temporales.
Aquello que hieres y dejas escapar, en la embriaguez de cada párrafo y copas para evadir la pesadumbre que cargo en el ultimo vagón de mis ilusiones marchitas. Ésta se convierte en una noche rota más, de tantas anécdotas vacías añorando un encuentro cálido.
Como veneno en la sangre paralizando mis ideas del pasado y transformando mi tiempo en austeridad de ti.
Deja Vu de un momento y espacio con el corazón nublado, pócima de olvido, delirio de realidad.
Dejando correr mis esperanzas, toco el fondo y reflejo mis batallas, mis historias plasmadas en instantes convertidos en poesía.
Flama de nuestras almas vagando por múltiples universos, náufragos de la inercia de nuestros labios.
Te he pintado como destellos de vida, remembranzas de mis fortunios y añoranzas trascendidas al infinito mar de aquel admirador expectante.
Mi regalo han sido tus colores, aquellos que de tu alma vi florecer y de la nada desaparecen.
Seducción consumida por el fuego de mi muso eterno esculpido por el fuego y piedra que fungen como el lienzo perfecto de mis besos ya marchitos.
Presenciarte cuando la lluvia acaricie mis sueños y fluya el destino que me recuerde lo que es amarte inefablemente.
Misteriosa melodía que vuelves tu morada, habitando en todos los sitios donde el vacío también suena, donde la sombra de un nuevo despertar pinta el anhelo de un desvelo en tu compañía.
-Nina Andrade

Somewhere in my universe (2022)
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